viernes, 12 de junio de 2009

Arriesgarse es vivir.
Reír es arriesgarse a parecer tonto. Llorar es arriesgarse a parecer sentimental. Acercarse a alguien es arriesgarse a comprometerse. Exponer los sentimientos es arriesgarse a exponerse uno mismo. Expresar tus verdaderas ideas, tus sueños ante una multitud es arriesgarse a perderlos. Amar es arriesgarse a no ser correspondido. Vivir es arriesgarse a morir. Tener esperanza es arriesgarse a desesperar. Intentar es arriesgarse a fracasar. Pero uno debe arriesgarse, porque el riesgo más grande en la vida es no arriesgarse. La gente que no arriesga nada, no hace nada, no tiene nada, no es nada. Tal vez puede evitarse el sufrimiento y el dolor pero no puede aprender, sentir, cambiar, crecer, amar o morir. Encadenados por sus actitudes son esclavos, han perdido su libertad. Al final sólo el que arriesga es libre.

No hay comentarios: