martes, 29 de noviembre de 2011

"El que echa a perder su despedida poco puede esperar del reencuentro"
Esa vibra que despierta tu sonrisa, esa calma que generan tus caricias.

lunes, 21 de noviembre de 2011

Están los que siguen corriendo cuando les tiemblan las piernas, los que siguen jugando cuando se les acaba el aire, los que siguen luchando cuando todo parece perdido. Como si cada vez fuera la última vez, convencidos de que la vida misma es un desafío. Sufren pero no se quejan, porque saben que el dolor pasa, el sudor se seca, el cansancio termina. Pero hay algo que nunca desaparecerá: "La satisfacción de haberlo logrado"
"Pero ella no asumió como afrenta sus retrasos ni su creciente austeridad expresiva: es pasmoso lo que aguantamos en el amor, cuando estamos dispuestos a mentirnos. Estará ocupado, tendrá mucho trabajo, es tímido, teme herirme, no sabe mostrar sus emociones, se consolaba ella."
El que no demuestra lo que siente,
esta dispuesto a perder lo que quiere.

domingo, 13 de noviembre de 2011

Vive la vida como tu quieras
vive la vida con tu sabor
vive la vida que yo te digo
que a lo loco se vive mejor

lunes, 7 de noviembre de 2011

Si yo pudiera verte
Ganar cuando mientes
Seria esta noche la más feliz
Por eso espero algo sincero
Algo muy tuyo, ser parte de ti

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Otro vaso y me voy,
que tenemos toda la muerte por delante
Que pase la vida que viene muerta de hambre

Otro vaso y me voy,
!Que no ni que ocho cuartos!
Si somos los solos juntando los pedazos,
tan sólo criaturas buscando algún abrazo
Ante la duda, todo

Si hay algo que me gusta en este mundo, son las personas que hacen. Las que se mueven. Las que inventan. Las que se atreven y se animan. Las que están atentas. Abiertas. Las que se cansan, como todos, pero que igual siguen buscando porque saben que hay algo mejor.

Y me gusta porque entendieron que no está bueno tomarse a uno mismo tan en serio. Porque ya se avivaron de que no somos ni tan importantes ni tan necesarios. Porque no se observan continuamente, ni se estudian, ni se miden en comparación con los otros.
Personas que nos cruzamos todos los días en el trabajo, en la calle, en la vida.

Me gusta porque no hacen las cosas por el aplauso ni para conquistar un título. Porque eluden la crítica. Y porque no pierden su tiempo ante el qué dirán, qué pensarán o cómo los mirarán.

Me gusta porque viven como si todo fuese un juego y ese juego tuviese una única regla: jugar, pero jugar con todo. Eso. Como dice la canción: ante la duda, todo.

Me gustan porque desafían los límites, los reales y los imaginarios. Y quitan con destreza los obstáculos que encuentran en el camino. Porque no manejan certezas, y si llegaran a tener alguna, sería sólo aquella que se desprende de la intuición, de esa voz interna que muchas veces se aplaca pero que es, en definitiva, la que señala el auténtico camino.

Me gustan porque avanzan como si no existiese el fracaso, y si bien conocen de los riesgos y el error, se mueven sin miedo, sin la amenaza de estar preguntándose si conviene o no conviene.

Personas con quienes compartimos nuestros espacios, nuestro tiempo, largas charlas y hasta momentos de dolor.

Me gustan porque no miden el costo ni, mucho menos, el beneficio. Porque mientras estamos meditando si damos un paso y controlamos el terreno para que esté bien firme y seguro, ya saltaron y están del otro lado disfrutando. Porque no se dejan arrastrar por lo que hay que hacer, lo que hay que decir o lo que hay que pensar.

En definitiva, porque van detrás de lo que sienten, de lo que son. Porque confían y creen en ellas mismas. Porque tienen un sueño y quieren que ese sueño se haga realidad. Porque saben que lo de ayer ya pasó. Que mañana todavía no existe. Y que lo único que importa es hoy. Por eso me gustan: porque viven, porque están despiertas y porque ya se dieron cuenta de que la vida hay que vivirla, pero vivirla hoy.

Teresa Elizalde
"Podía ser él, se parecía a él. Y se te hizo un nudo en la garganta, era lo más parecido a Él desde la última vez que lo viste. Te pusiste a pensar si también se acordará de vos tan seguido, y asumiste que no, que ya lo debe haber superado.
Así que su mensaje calmó un poco tu miseria, al menos no sos la única que lo piensa más que de vez en cuando. No sabés cómo hace, pero siempre aparece justo cuando más lo extrañás, cuando estás a punto de cometer alguna animalada que involucre lluvia, un grabador y un cassette de Peter Gabriel."