martes, 25 de septiembre de 2012


“Pasar, no pasa ni el tiempo, no pasa nada si pasa de todo. Y si pasa de todo, haremos como si nada. Por decir, te diré que tengo ganas de tus ganas, de decirte venga y que me digas vale. Que me hables en mayúsculas de excesos y cristales empañados. Saber, sabía poco de ti por aquel entonces. Que eres más de rotos que de descosidos. Que eras más de impulsos que de casualidades. Y por hacer, harías mil historias de noches, pero de noche no me harías el amor. Perder, no perdí ni los pantalones, perdí la cabeza y más tarde te perdiste tú. Que eres obsesión. Que fuiste junio y eres diciembre. Que si por alguna casualidad aparecieras mañana, te diré que yo soy más un descosido que un roto. Que las casualidades existen. Que estás a un vestido y media cremallera de seducirme y que te dejo que me cuentes mil historias si después me haces mil veces el amor. Tu di vale, que de los cristales empañados, ya me encargo yo.”

No hay comentarios: