domingo, 6 de diciembre de 2009

No sé bien el motivo. No sé qué te falta. No sé qué buscás en tantas bocas que no te pudiera dar la mia. Pero asi sos vos. Y me acostumbré. Y lo acepté. Y lo soporté. Porque en el fondo yo sentía que había algo especial. Sabía que aunque beses a tantas había algo que era nuestro. Me autoconvencí. Me engañé. Me cegué. Hasta que un día abrí los ojos. Y ahí fue cuando vi. Vi lo que no quería ver. Nuestro abrazo no era nuestro. No era mi cuerpo el que rodeaban tus brazos. Nuestro beso no era nuestro. No era mi boca la que rozaban tus labios.
Y tu mano... Tu mano ya no buscaba refugio en la mia.

1 comentario:

mundooiideal dijo...

me agarro escalofrioo ;S
es hermoso